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Los ochenta, en Buenos Aires
Eran
días en que todo parecía en estado de eterno derrumbe. Ya
se habían ido los punks, ya sólo quedaban los memoriosos
para recordar las glorias de la isla, cuando reinaban Los Beatles y Los
Rolling Stones. En ese final de los setenta y comienzos de los ochenta,
Gran Bretaña parecía entregada a los caprichos del imperio
americano.
Sin embargo, los sellos independientes ingleses (Beggars Banquet y Rough
Trade) comenzaron a dar batalla. De esos tiempos de crisis, de esos escombros,
surgieron grandes bandas como Bauhaus y The Smiths. En estos tiempos que
no se diferencian demasiado de aquellos años, Peter Murphy, quizás
el único solista con cierto volumen que dio Bauhaus, y el líder
excluyente de The Smiths, Morrissey, se presentan en Buenos Aires. Morrisey
este jueves, en el Luna Park, y Murphy el 15 de abril, en La Diva.auhaus
se formó en 1978, en Northampton, de la mano de los hermanos Haskins,
del guitarrista David Ash y de Peter Murphy. The Smiths en Manchester,
en 1982, con Andy Rourke (bajo) y Mike Joyce (batería). Letras
profundas, con muchas refrencias a íconos oscuros, a sufrimientos
primarios, a preguntas sin respuestas fueron sus cimientos desembocando
en eso que se terminó llamando gótico dark, aunque la música
excediera la etiqueta. Convivieron con relativa fama, con relativo culto,
con relativa calma.
Más conocida y controvertida, The Smiths ocupó la escena
de los ochenta y expuso a Morrissey como poeta. Bauhaus en cambio mantuvo
un recatado segundo plano y su influencia recién fue rescatada
a fines de los noventa, cuando se reunieron en 1998 en Los Angeles para
el lanzamiento de Crackle y la reedición de toda su discografía.
En sus carreras solistas, Murphy y Morrissey no se alejaron del perfil
que definió su identidad y su éxito, aún 20 años
después de haber dejado de ser jóvenes. Pero, en verdad,
nunca alcanzaron el brillo y la originalidad de sus grupos. Aunque sí
tuvieron puntos altos. Morrissey: Viva Hate, su debut solista, y el sentido
Your Arsenal. Murphy: Deep y Holy Smoke. El ex Bauhaus ha compilado esos
temas en Peter Murphy 1985-1995, que presentará en Buenos Aires.
En esta gira el sonido de Morrissey es más rockero, sonido que
ofrece su música desde que trabó relación con Mick
Ronson, aquel guitarrista de Bowie. Murphy, por su parte, parece enteramente
volcado al pop con un sonido que remite sólo por momentos (su voz
tiene mucho que ver con esto) a su pasado dark. Iconos de los ochenta,
uno y otro traen su música y remiten a la memoria de estos clásicos
del under que, una vez más, tratan de levantar paredes de música
entre los escombros.
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