Las manías de Morrissey

Según adelantan los productores del músico inglés que ya se encuentran en Chile, el ex Smiths estará cuatro días en el país, tiempo en el que apenas se le verá la nariz. No ofrecerá conferencia de prensa ni dará entrevistas, así como tampoco se reunirá con los músicos locales, tal como se especuló durante los últimos días. "Es parte de la mística de Morrisey ¿no?", se disculpan.

"Todo lo que él desee saber sobre Chile tendré que contárselo yo. Ese es mi trabajo". Así define su oficio John Wynne, jefe de producción de Morrissey quien ya se encuentra en el país ultimando detalles para lo que será el primer concierto que ofrecerá el músico británico en Chile el próximo 28 de este mes. Y "también para ver cómo es el ambiente acá", agrega. Junto a Charlie Browne (encargado del escenario) y Robert Sinclair (director de iluminación), Wynne forma parte de la comitiva de avanzada a cargo de verificar cómo va la organización del show del ex Smiths y confirmar desde el alojamiento del músico y su comitiva en Santiago, hasta los instrumentos que ocuparán los cuatro músicos que acompañarán a Morrissey en el Estadio Chile. Estarán en el país hasta el viernes para luego viajar a Argentina.

"Chile es un lugar agradable. Se parece mucho al sur de Europa", dice Wynne quien ha trabajado junto al músico inglés por más de nueve años. "Está muy ansioso y curioso por cómo va a ser su primera gira latinoamericana. Morrissey siempre quiso venir pero nunca se dio una posibilidad concreta. Algo sabe de la venta de los tickets y de la expectativa. Pero de alguna manera esa también es nuestra tarea. Contarle cómo es el ambiente aquí y qué espera Chile de él", señala.

Aunque asegura no poder informar mucho del itinerario del inglés en Chile, ya se advierte que su visita será tan anónima como la de Bob Dylan en 1998. "Es un hombre que tiene mucho cuidado de su privacidad. Por eso no dará conferencias de prensa ni tendrá contacto alguno con los periodistas", adelanta Wynne confirmando lo que ya ha sido una constante en la carrera del ex Smiths. "Es una relación complicada la que ha tenido con la prensa durante toda su carrera. Principalmente por las críticas que recibió en el inicio de su carrera como solista. Morrissey no olvida, él es así. Por eso su itinerario será más bien del hotel al estadio y viceversa", dice el productor y agrega entre risas; "además es parte de la mística de Morrissey ¿no?".

La idea de mantener este bajo perfil, según Wynne, es privilegiar el contacto con el público en el concierto mismo. "Esa es una de las prioridades. Todo lo que tenga que decirles a sus fans en Chile o Latinoamérica, lo hará en el escenario", señala a la vez que descarta que el cantante pueda reunirse con músicos locales tal como se especuló en los últimos días. "Supimos de eso y nos pareció muy buena idea, pero hasta ahora eso no se realizaría".

Aunque admiten que se trata de un tipo con un "carácter especial", niegan que el famoso músico inglés sea una persona difícil. "Es muy callado, muy reservado, pero es un tipo bastante accesible cuando intentas hablar con él. No es tan complicado, de hecho sus únicas exigencias para esta gira, hasta ahora, tienen que ver con la comida. Las exigencias son: nada de pescado, carne o pollo. Tú sabes, es vegetariano", explica y desmiente que Morrissey haya demandado más de lo que usualmente piden otros artistas. "Se dicen muchas cosas de los músicos y especialmente de Morrissey. Pero el ya sabe como es todo esto. Y la verdad es que no le complica demasiado", explica.

Según los productores del concierto (que aseguran haber vendido a la fecha el 70% de las entradas), Morrissey llegará al país el domingo 26 procedente de México y acompañado por una comitiva de 20 personas. Entre ellas cuatro músicos y un "guardia personal", encargado de la seguridad del músico. "Ese es otro de los temas que preocupa al británico. Le molestan mucho las aglomeraciones y los tumultos. Tenemos que resguardar su seguridad y tranquilidad. No es un guardaespaldas, en todo caso, sino más bien un acompañante". Al parecer, el músico se hospedaría en el Hotel Carrera y, tras el concierto, emprenderá viaje a Buenos Aires. "Qué importa si no lo ven mucho", dice Wynne, "si lo que importa es que de un buen show ¿no?".

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